En la ciudad sueca de Gotemburgo lanzaron un empleo inusual y diferente: el empleo eterno. El sueldo será de unos 2320 dólares mensuales y el trabajo se propone vitalicio. La función es muy sencilla y precisa, concurrir todos los días – de lunes a viernes – a la estación de Körsvagen para fichar al principio y al final de la jornada laboral. En el medio, el trabajador puede hacer lo que quiera, lo que le placa, ver películas, escuchar música, salir a pasear, etc. La idea de la muestra es hacernos pensar la sociedad del futuro, la sociedad sin trabajo.
La propuesta de la instalación es una idea de los artistas suecos Simon Goldin y Jakob Senneby que la presentaron a un concurso de la Agencia de Arte Pública Sueca y la Administración de trenes para realizar una muestra en la estación ferroviaria de Körsvagen. Cuando el trabajador fiche, se encenderá una larga fila de luces en la estación para recordar a todos los que pasen por ahí que el empleado sin funciones está en funciones. En lugar de hacer una instalación convencional, una escultura o una pintura la propuesta de estos artistas fue hacer un experimento social: el de observar qué hace un trabajador con la subsistencia garantizada pero sin un trabajo que le dé sentido.
La función es muy sencilla y precisa, concurrir todos los días – de lunes a viernes – a la estación de Körsvagen para fichar al principio y al final de la jornada laboral.
Los organizadores consiguieron un premio de de unos US$750.000 para desarrollar la muestra. Ya han constituido una fundación a través de la cual piensan invertir el dinero de forma que sus ganacias permitan pagar el empleo eterno hasta que el trabajador cumpla los 120 años aproximadamente. Una de las ideas propuestas por los artistas en su proyecto es que: «Ante la automatización masiva y la inteligencia artificial, la amenaza/promesa inminente es que todos seremos superfluos productivamente…» en este sentido la instalación pretende transformarse en un manifiesto político a favor de reflexionar propuestas como la renta básica o los impuestos a los robots, tan de moda en estos tiempos.
Cuando el trabajador fiche, se encenderá una larga fila de luces en la estación para recordar a todos los que pasen por ahí que el empleado sin funciones está en funciones. En lugar de hacer una instalación convencional, una escultura o una pintura la propuesta de estos artistas fue hacer un experimento social: el de observar qué hace un trabajador con la subsistencia garantizada pero sin un trabajo que le dé sentido.
Si bien la propuesta ya fue lanzada, recién se recibirán las postulaciones en el año 2025 en el que se elegirá al trabajador que comenzará a ejercer sus funciones en el 2026 año en el que estará terminada totalmente la remodelación de su nueva oficina: la estación de trenes de Körsvagen.
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