En una decisión importantísima la Cámara de Diputados de México sancionó una reforma a la Ley General de Salud que impone la utilización de etiquetado frontal de alimentos. La obesidad afecta a más del 32 por ciento de los adultos mexicanos. A partir de ahora todos los alimentos que se excedan en algún valor – de calorías, sodio o grasas saturadas – deberán tener un octógono negro de advertencia que indique en qué es alto el alimento. El 76 por ciento de los mexicanos declararon desconocer cuántas calorías diarias tiene que comer y casi la mitad no entiende el etiquetado actual. Este tipo de legislaciones tienen en general una fuerte oposición de la industria alimenticia que en las últimas décadas ha aumentado su productividad sobre la base de bajar en algunos aspectos la calidad nutricional de los alimentos.
Hay varios modelos de etiquetados posibles: el de octógonos, el del semáforo nutricional – uno de los pioneros impulsado por Rafael Correa en Ecuador – , el Nutriscore – apoyado por la industria en general e impulsado en Europa – y el de mera información nutricional. La evidencia científica se inclina por el etiquetado de octógonos por ser claro, por poner advertencias fuera de la información nutricional y no generar dobles lecturas. El de semáforo o el NutriScore tienen el defecto de etiquetar con verde alimentos que no poseen un valor excesivo, pero si otros y generan confusión acerca de lo saludable del alimento.
A partir de ahora todos los alimentos que se excedan en algún valor – de calorías, sodio o grasas saturadas – deberán tener un octógono negro de advertencia que indique en qué es alto el alimento.
En Perú, en muy poco tiempo de implementación se ha visto reducir el consumo de galletitas y bizcochos dulces gracias al etiquetado frontal de advertencias. Chile ha sido el país a la vanguardia de muchos de estos planteamientos avalados por la Organización Panamericana de Salud. La semana pasada el ministerio de salud de Argentina informó que más del 40 por ciento de los niños padecen obesidad y sobrepeso lo que ubica al país como uno de los líderes mundiales en esta problemática, sin embargo en estos cuatro años y por fuertes presiones de la industria alimenticia el gobierno de Macri ha tenido una zigzagueante política influenciado por la industria alimenticia. Si bien en su momento reconocieron que el etiquetado de octógonos tenía mayor evidencia a su favor, está avanzando ahora en un etiquetado similar al Nutriscore europeo, como sea es improbable que se sancione durante este gobierno.
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