Se dice que los seres humanos, en las condiciones actuales podemos vivir tranquilamente unos 100 años. De hecho, hay un porcentaje de nosotros que lo consigue. De ese porcentaje la amplia mayoría habita cinco lugares distribuidos a lo largo y ancho del mundo llamados Zonas Azules. Hace tiempo que los científicos y los médicos investigan estos lugares para entender porqué sus habitantes tienen más capacidad de escaparle a la muerte que el resto de los seres humanos.
Las cinco zonas azules son: las provincia de Nuoro y Ogliastra en Cerdeña, Italia; la isla de Okinawa en Japón; Un grupo de adventistas del séptimo día que viven en Loma Linda en California, Estados Unidos, los habitantes de la Península de Nicoya en Costa Rica y la isla de Icaria en Grecia. El nombre precisamente fue acuñado por el médico italiano Gianni Pes que fue el primero en estudiar a la población de Cerdeña asombrado de la longevidad de este grupo.
Ya sabemos que la dieta es decisiva para poder llegar a vivir tanto tiempo pero un grupo de investigadores dirigidos por el norteamericano Dan Buettner han extraido las siguientes conclusiones:
- Realizar actividad física intensa y regular en forma cotidiana. Mantenerse físicamente activo todos los días, huir como se pueda del sedentarismo. Hay que evitar y tratar el stress. Tener una rutina diaria de desintoxicación. En algunos de estos pueblos hay siestas, en otros se reza, en otros se canta. Hay que limpiar el cerebro de la presión y de las angustias y encontrarle un sentido a la vida, una razón de ser y de vivir.
- Por el lado de la comida es importante comer moderadamente, alrededor del 80 % de saciedad. Está demostrado que la orden de terminar de comer el cerebro la da tarde, cuando ya hemos ingerido alimentos de más. Que nuestra alimentación y dieta sea rica en frutas, verduras y legumbres. Incorporar proteína animal en menores cantidades, fundamentalmente pescado. Por último beber moderadamente alcohol. En todos los casos son bebedores muy moderados, la famosa copita de vino diaria.
- Otras cosas muy importantes tienen que ver con la dimensión social por ejemplo participar activamente en comunidades religiosas o espirituales. Es decisivo tener una vida social muy activa y en lo posible llena de actividades comunitarias, consolidar la propia vida familiar y la mayor cantidad posible de amigos. Ser con otros nos hace mejores.
Las cinco zonas azules son: las provincia de Nuoro y Ogliastra en Cerdeña, Italia; la isla de Okinawa en Japón; Un grupo de adventistas del séptimo día que viven en Loma Linda en California, Estados Unidos, los habitantes de la Península de Nicoya en Costa Rica y la isla de Icaria en Grecia.
Por supuesto que también hay condicionantes genéticos. Hay cosas que no podremos modificar, pero sin lugar a dudas cada una de estas conclusiones nos marcan un camino cierto y concluyente de hábitos vitales. También es probable que experimentemos pronto una revolución medicinal que nos acerque a esa expectativa de vida. Sólo como reflexión final, la implementación de los antibióticos en el siglo XX significaron aumentar la esperanza de vida lo mismo que nos falta hoy para llegar masivamente a los cien, ¿y si esos descubrimientos se dieran en los próximos cinco o diez años?
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